viernes, 30 de diciembre de 2011

Balance


Cuando todo parece acabar, es siempre cuando caemos en la cuenta de que la vida cabalga a pasos agigantados, que no se detiene ni espera por nadie.
En el momento en el que un ciclo llega a su fin, a la espera de subirnos en otro.
A quienes miran hacia atrás,a veces intentando recuperar aquello que perdieron, y en otras ocasiones tratando de aferrarse a momentos dulces, que hicieron de nuestra existencia un batir a pleno pulmón.
En otro bando se hayan quienes con las manos vacías quieren saltar por el acantilado: no tienen nada que perder, reniegan del pasado, buscan un futuro brillante, olvidándose por completo de todo aquello que acaeció antes.
Yo, sin embargo, prefiero bajar la vista a mis manos, compañeras heridas, que relatan mejor que cualquier diario de viajero una historia que no ha terminado.
La única manera de recordar con alegría el pasado y esperar un futuro fulgurante es cuidando el presente.
Que olvidado no quede lo que fuimos, pero tampoco precipitemos lo que seremos.
Mantengamos el hoy más allá del límite del tiempo.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Factores de la felicidad

La felicidad es la capacidad de sentirse complacido con uno mismo.
Siendo felices logramos alcanzar en gran porcentaje el sentirnos completos.
Es la división entre circunstancias y actitud.
Las circunstancias son variables y en gran parte incontrolables.
La actitud es algo que siempre nos pertenece, así que, ¿Por qué no usarla siempre a nuestro favor?

domingo, 30 de octubre de 2011

Amigos

Sus miradas indiferentes, sus sonrisas frías.
Espaldas que ocultan el rostro, y noches llenas de nada.
Crees escuchar una música que no es equivalente para todos, puesto que la letra que se siente es subjetiva, interpretada de forma diferente para cada uno.
Dentro de la profunda capa de neblina están ellos, en un claro luminoso, donde siempre tendré cabida, donde no importa si me marcho lejos: Para volver sólo bastará con alzar la vista y allí encontrarme una mano tratando de alcanzarme.
Los amigos de verdad seguirán esperando por ti, aun cuando el mundo opine que no eres lo suficientemente valioso como para otorgarte el beneficio de la duda.

jueves, 6 de octubre de 2011

Comienzo


Los comienzos no siempre son fáciles, pero son necesarios.
Probarse a uno mismo, romper la barrera del límite.
Debilitarse hasta perder la piel y volverte más fuerte.
Llegar al fin para volver a empezar, es un ciclo que siempre se repite.
Da miedo empezar, pero el miedo no es más que la evidencia de su relevancia.

lunes, 29 de agosto de 2011

Autómatas


Y es que las sonrisas son lo único que nos diferencia de los autómatas.
Sonrisas de verdad, las que profiere hasta un corazón flagelado, que derrite la escarcha que impedía el riego de la sangre por sus venas.
No se necesita motivo. Sonreír es un motivo en sí.
Quizá, de pronto, te venga la risa. No la reprimas por ser mirado de forma repulsiva por los otros.
No todo el mundo es capaz de sentirse feliz con uno mismo sin necesidad de un estímulo externo.

martes, 23 de agosto de 2011

Sin respuestas


Una vez más me doy de bruces contra el suelo, y me pregunto una y otra vez por qué el destino no me entrega la llave que ando buscando desde hace tiempo.
Es una cruel fantasía, que te ofrece un camino despejado, pero cuando te das cuenta lo cubre la maleza, tosca y llena de espinas.
Formulo muchas preguntas, y ninguna obtiene respuesta, sólo acarrean inseguridades y me cuestiono de nuevo si en mí se hayan los errores o es algo intrínseco que no puedo manejar.
Conocer el error ayuda a evitar cometerlo nuevamente.
El problema es cuando no sabes cuál es el error y te consideras a ti mismo como error en sí.
Como una bengala que no termina de ascender antes de prenderse, y suspendida en el aire maldice como si caída se avecina.

domingo, 14 de agosto de 2011


Eres genial como eres.
Tus pequeños errores te conceden un aura especial, como a la de alguien a quien hay que proteger y enseñar que existen otros caminos.
Tus aciertos te convierten en alguien a quién admirar, a quien seguir.
Tus lágrimas son capaces de partir el cielo en dos, y derretir el sol, tiñendo mi mundo de colores grises.
En cambio, cuando sonríes haces que el universo entero se convulsione; que toda mi existencia cobre un nuevo sentido, y ese sea única y exclusivamente de mantener tu sonrisa todo el tiempo que sea posible.


domingo, 24 de julio de 2011

El hilo que teje nuestra vida


El tiempo pasa, y la vida se desliza por nuestras manos.
Es un hilo delicado, tensado, se quiebra con facilidad.
Pero ese hilo puede hacerse más fuerte, pues lo tejen las vivencias.
Lo tejen los sentimientos.
Lo borda la fuerza de voluntad. Lo labra el coraje.
Lo deshilachan los miedos. Lo apuntillan las decisiones.
Lo acomodamos en nuestras manos. Es nuestro.
Sólo hay que saber qué dedos mover para que se adapte a nuestra voluntad.


Tras mucho tiempo sin escribir, he vuelto. :)

domingo, 15 de mayo de 2011

Perseverancia

Persevera, que el camino es largo.
La vida apremia a quien se aventura a intentarlo.
Los sueños son el camino por el que cruzamos; la meta es hacer de ellos una realidad.
En los sueños también hay pesadillas, pero quien crea en sí mismo será capaz de apartarlas del ancho de la senda.
Una persona sin bienes puede alcanzar la felicidad si tiene sueños; alguien que posea la mayor fortuna del mundo, si no tiene una meta en la que tallar su alma, no podrá serlo nunca.

domingo, 10 de abril de 2011

El latir de las olas

Aunque ya no pestañee, y todo mi cuerpo esté cubierto de escarcha, aún escucho el susurro de las olas, y no sé a qué distancia se encuentren, pero sé que están ahí, haga sol, llueva, seguirán lanzando mensajes al viento, pero es posible que nunca lleguen a oídos que sepan interpretarlas.
Mi cuerpo se apoya en la grava, donde no todos los granos de arena son redondos, también los hay afilados.
Las olas prosiguen rugiendo, y cada vez que rompen siento fluir la sangre por mis venas como la explosión de un poderoso fulgor.
No importa ya si mis párpados pesan toneladas, mis pupilas se dilatan al ver el sol en lo alto del cielo. Entonces una bocanada de aire al expirar un poco de aliento me describe lo que las palabras no alcanzan a mostrarme.
No eran las olas las que rugían, eran mis latidos.
Todos llevamos un mar dentro, un mar en calma, pero también un lugar lleno de tormentas.
Seamos un mar bravío cada vez que un dique pretenda retenernos. No podrán.

viernes, 11 de marzo de 2011

Nosotros y el resto

Nadie podrá jamás tumbarnos; sólo podrán decir que no valemos.
Nadie podrá jamás hacernos sentir inferiores ; sólo podrán intentarlo.
Nadie podrá jamás destruirnos ; sólo podrán afligirnos.
Nadie podrá jamás cambiarnos; sólo podrán confundirnos.
Podrán arañar la coraza, pero el interior se mantendrá siempre firme.
No es más fuerte el que golpea, sino el que sabe recibir los golpes.
Ésa es la diferencia.

jueves, 24 de febrero de 2011

Estamos VIVOS

Estamos vivos porque sufrimos y llevamos cicatrices.

Estamos vivos cuando el dolor es tan fuerte que abrasa nuestra garganta y no podemos frenar el llanto.A veces, el miedo y la vergüenza nos dan la vida; nos estremecemos y agachamos la cabeza.

Estamos vivos hasta cuando deseamos el dejar de estarlo.

En ocasiones, cuando el corazón se acelera al escuchar tu nombre saliendo por su boca,en el momento en el que el absurdo te hace soltar una carcajada; cuando alzas la cabeza y miras de frente, sabiendo que cuentas con el honor y el valor entre tus filas; al escuchar una canción, para ti especial, en la radi; cuando sabes que todo lo malo pasa, y que ya se está alejando: Estás vivo, y no sólo eso, sino que además te alegras de estarlo.

lunes, 7 de febrero de 2011

Sorteando los riscos

El puente se ha desmoronado. Los riscos terminaror por destruírlo en el último derrumbe.
La niebla es espesa, y no podré ver cuándo volverá a producirse el siguiente.
La senda es fina y escarpada, si doy un paso en falso podría caer por el abismo.
Grito y pido auxilio, pero sólo me contesta el eco.
Miro hacia mis pies, estoy temblando. Me acurruco en el suelo y me abrazo las rodillas.
No hay nada que hacer, si no me lleva la locura, acabará conmigo el frío que siento.
Vuelvo a gritar, con la esperanza de que alguien me conteste.
No recibo respuesta. Al final rompí a llorar.
De la nada me eco vuelve, pero no parece mi voz, ni son las mismas palabras que yo lancé.
La voz me pide que me tranquilice, que siga adelante, que no estoy solo en este camino.
"Te rendiste antes de pedir ayuda por tercera vez, y que si los riscos no te arroyaron, aún puedes dar un paso, y a veces las sendas no están en línea recta, ni hay puentes, a veces hay que descender para poder subir. Que el cielo no siempre presenta su mejor cara, como tampoco es siempre de día, que debemos caminar un poco más despacio. Pero sobre todo, lo más importante, que siempre hay alguien al otro lado del abismo, que también grita al vacío esperando tu respuesta".

Mari Tiffany, crónicas de una choni.

Como siempre, el sol vuelve a salir, pero antes, los berridos de mi vieja, ordenándome que me levante.
Pereza, sí, me da mucha pereza volver al tuto, y más después de haber cateado cinco y tener que repetir 4º de la ESO.
Al menos no estaré sola, tengo a la Pistacha.
-María Estefanía, me cago en tu puta madre, ¿Quieres levantarte de una vez?-vociferó la loca de mi madre una vez más-. Ya puedes espabilar este año, porque como suspendas te quio la moto.
Sí, ese es mi nombre. Me lo pusieron por mi tía abuela por parte de madre, aunque yo prefiero que me llamen Mari Tiffany o Mari a secas.
Como pude me levanté, trasteando en el cuarto. Joder, tenía tanto sueño.
Era el primer día, quería causar buena impresión, así que iba a ir sencilla, pero sin caer en la vulgaridad.
Me puse mi top de leopardo, con unos pitillos rosas, unas botas de pelo de oso polar, y el pelo Melo recogí en un tupé y moño, junto con mi cinta de pelo favorito de color amarillo fosforito.
Tenía muchas ojeras de haberme pasado gran parte de la noche chateando por el messenger con Fran, “El broncas”.
Me tiene loquita, como besa, como se lo monta. Es el típico chulico que sabe como hacer que una mujer se sienta mujer, deseada, y se nos lleva a todas de calle, menudo bandido.
Y una buena tranca.
Siempre que lo hacíamos en su buga me destrozaba el potorro.
Me hice la raya egipcia en los ojos y me pinté los labios de rojo pasión, ahora el piercing de mi labio superior lucía mucho mejor.
Era como Marilyn Monroe morena y en guapa, vamos, dónde va a parar.
Bajé corriendo al comedor, mi madre volvió a examinarme con la mirada. Siempre lo hacía, estaba margada y tenía que amargarme a mí.
-Estefanía, por favor, ¿Dónde vas así?-exclamó, dándome mi vaso de cola-cao-. Podrías ir un poco menos cantosa, pareces un Pokemon.
-Mama, no me rayes.
-No empecemos, que luego te quejas de que te castigo-bufó.
-Ya no me quejo, porque al final me acabas dejando salir.
Le di un sorbo al tazón.
-Pues eso se va a acabar-sentenció-. Este año te vas a poner las pilas. Nada de hacer el vago en esta casa.
-Tranquila, en un año cumplo los dieciocho y me piraré de este puto infierno de casa.
-¿Es que acaso te falta algo?-espetó, furiosa-. Siempre tienes un plato sobre la mesa, dinero para salir y ropa que ponerte. No te falta de nada.
-Sí que me falta-afirmé-, que me dejes en paz. Me piro por no verte el jeto, que eres una pesada.
-Estefanía., no me des la mañana-bramó, lanzando al suelo varias cosas que había sobre la mesa.
-¡Que pases de mí, colega! ¿No lo entiendes o te hago un dibujo?-respondí, me di media vuelta, y me piré del comedor.
Me dirigí a la entrada, cogí las llaves, me puse la mochila y arreando a clase.
Siempre me calienta la olla, ¿No tiene suficiente con su patética vida y me tiene que joder a mí? Me tiene envidia por ser joven y guapa. A la Pistacha le pasa lo mismo, aunque por suerte mi madre no se pasa la tarde entera pegada a la botella de Pacharán, y las mañanas apareciendo borracha en bata y ropa y interior en cualquier calle del pueblo, dando el cante.
La última vez estaba cantando coros rocieros en la puerta de la iglesia.
Mi madre sólo es pesada.
Me subí en la moto, no sin antes mirarme en el espejo retrovisor y asegurarme de que iba impecable.
Pasé de ponerme el casco, porque podría estropearme el peinado.
Iba to’ contenta y motivada escuchando a Camarón por el manos libres del móvil, cuando a dos calles del tuto se me cruzó esa gilipollas, la ojos de sapo.
Lástima que no la reventé contra el asfalto. Di un derrape frente a ella.
-¿Eres idiota o qué?-vociferó, histérica y con el corazón en la boca-. Estate atenta, casi me atropellas.
-¡Eh, tranquilita, que no te ha pasado na’!-quité hierro al asunto.
Qué asco la tengo, es una imbécil, ojala se muera o algo.
-Además vas sin casco, ¿eres consciente de que te puedes matar?-me reprendió con aires de sabiendo. Devolvió la mirada a la acera, divisando a un grupo de lerdas como ella que venían corriendo a socorrerla-. Como se entere tu madre verás.
-Si mantienes la boca igual de cerrada que las piernas no se enterará-contesté.
Toma corte.
Se alejó sin decir nada con sus amigas de Dolce&Gabbana.
Metí un acelerón y seguí mi camino.
Cuando aparqué la moto me acerqué a la puerta del insti. La pistacha vino corriendo a saludarme. Nos dimos un fuerte abrazo y comenzamos a chillar como cerdos en San Martín.
-Nena, pensaba que nunca vendrías-me ofreció un cigarro-. Si me toca a mi sola tragar con estos niñatos me da algo.
-Tía, no te dejaré sola-contesté-. Me he entretenido por culpa de la ojos de sapo.
-Tu vecina es una mierda viva. Anda ya y que la den por culo.
-Eso mismo digo yo.
-Dicen que viene un pavo nuevo a nuestra clase-me notificó-. Se comenta que estuvo en un reformatorio por haberle dado un navajazo al cartero.
-¡Hostia!-exclamó-. Qué mal rollo.
-¿Mal rollo?-repuso la Pistacha-. A mí se me hace el Chichi agua por conocerle.
-Andas siempre pensando con la raja-me carcajeé-. Menuda puta.
-Yo, al menos, no le chupé el coño a la Yanira-escupió-.
Odiaba ese temita.
-¡Eso no es verdad!-me defendí-. Las dos nos tiramos al Javi al mismo tiempo, pero ni nos tocamos.
-Te estoy vacilando-se bufó-. Es que me he fumado un peta de buena mañana para calmar los nervios.
Se empezó a reír como si fuese una yegua.
La verdad es que la Pistacha es más fea que el cagar: Un pelo “rubio”, totalmente lleno de mierda, con mechones acartonados.
Los dientes súper amarillos, aunque más bien tirando a marrones.
Una nariz de bruja, y un cuerpo escuálido.
Lo único que la gente valora de ella son sus tetas, porque no es ni lista ni guapa.
No es mala pava, pero tiene muchas tonterías.
Su familia está desestructurada desde que su padre, dueño de una empresa de frutos secos, les abandonó por irse con una brasileña con tetas de silicona, cuando ella apenas tenía diez años.
Vive falta de afecto desde entonces, hasta que le crecieron las tetas.
No ha dejado de recibir afecto por parte de los tíos desde entonces.
Ha tenido dos abortos, ha cogido hongos, clamidia y herpes varias veces.
-A ver si este año pasa rápido-suspiré.
El timbre sonó y entramos en el tuto.
Todos en clase se giraron al vernos pasar.
Normal, somos las más malotas. El año pasado forramos a hostias a un lerdo que vino de intercambio desde Alemania.
Eso le pasa por no saber español. Si le hablo, que me conteste, joder.
Una puta gorda granuda me bloqueó el paso. La empujé, no te jode, cuando quiero pasar, pues paso.
-¿Qué haces, subnormal?-me replicó.
Cuando la miré se achantó y murmuró algo que no pude escuchar. La íbamos a tener.
La Pistacha y yo nos sentamos al final de la clase, mientras el resto seguía a su bola hablando junto a la puerta.
-Este año tenemos a la choni de mi vecina-le oí decir a la ojos de sapo.
-Pobre, demasiado tiene que ser verla por tu calle para encima tragarla aquí-comentó un gafotas engominado del grupo de la ojos de sapo.
Carraspeé. Me estaba encendiendo.
-Seguro que el primer día de clase la lía-dijo la gorda granuda, incorporándose en la conversación-. A mí me acaba de empujar.
-Lo mejor es ignorarla-aconsejó la ojos de sapo-. Si sólo busca problemas.
Anes de que pudiese levantarme para romper bocas, entró un profesor lechuguino, acompañado de un tío cachas y pelao lleno de piercings.
-Vayan sentándose, por favor-dijo el profesor mientras dejaba su maletín sobre la mesa.
El nuevo se sentó dos filas por delante de donde estábamos nosotras dos.
A mí no me pareció nada del otro mundo, pero la Pistacha se había puesto burra.
Se pasó toda la clase mandándole papelitos, pero él no le contestó ni uno solo. El profesor de matemáticas, presentado como Braulio, se hartó del numerito y confiscó la última nota que le había lanzado la Pistacha, leyéndola en voz alta, dejándola en el ridículo más absoluto:- Tengo la boca muy grande, me caben hasta dos enteras.
La clase rompió a reír el profeso no se acababa de creer lo que había leído. Se ruborizó.
-Señorita…Contreras-dijo, fijándose en el letrero que había sobre la mesa de la Pistacha, de los cuáles nos hizo escribir con nuestros nombres y apellidos para familiarizarse con nosotros-. Por favor, cíñase a los algoritmos neperianos y no piense en el acto de la cópula, por favor, o al menos, no mientras estemos en clase.
-Si todo eso le entra en la boca, imagina lo petado que tendrá el chocho-comentó un pajillero de la clase.
-Así van algunas, que vergüenza-lamentó una amiga de ojos de sapo.
-Yo sé lo que tengo que hacer-contestó la Pistacha-. Tú da tu clase, y yo a lo mío. Yo no te molesto y tampoco a mí, y así iremos de puta madre.

martes, 18 de enero de 2011

Miedo

El miedo, el único capaz de distorsionar la realidad hasta límites insospechados.
Aquel por el cuál matarías, la razón por la que tu ética se convierte en una moneda de cambio. La materia que modifica tu personalidad y la funde a los más bajos instintos de supervivencia.
El ego prima. No importa nada de lo que hayas aprendido hasta ahora. Lo olvidas todo cuando sientes al miedo fluyendo en tu respiración. Cuando el miedo asciende hasta la cúspide del pánico ya nada puede hacerse por el alma de quién lo padece.. Sólo hay dos sentimientos capaces de superar al miedo.
El odio y la venganza.

miércoles, 5 de enero de 2011

Feliz año nuevo

Mismos sueños, mismas ilusiones.
Nuevas esperanzas, nuevos retos.
Nuevos miedos a superar.
Más ganas de vivir.