miércoles, 27 de enero de 2016

No estamos hechos para rendirnos

Esa luz sigue ahí aunque me niegue a verla. Ignorarla no anulará su existencia.
En ocasiones mengua por causa del viento, pero éste no es más que combustible de sus fraguas.
Rendirse no es una opción a contemplar. Mantenerse es el camino.
Pertenezco a la luz, nunca me llevé demasiado bien con las sombras.


Desconfianza


Te ofrecí mi torpe amor y sólo observaste a distancia, ignorando un puente de madera: frágil pero firme.
Te obcecaste en la absurda idea de un puente demasiado robusto, saturado de luces, construído a tu antojo.
Te empeñaste tanto que ignoraste mi pequeño puente, descartando la espera de la construcción de tu hercúlea vía.
Los ideales no tienen forma física, eres tú quien debe dársela.
Mi puente ahora está corroído por el desuso y es que nunca te atreviste a cruzarlo.
Pasado el tiempo no seas tan ingenuo de pensar que aún queda algo al otro lado.

martes, 12 de enero de 2016

En el corazón del mar

Busqué entre las olas mi pedazo extraviado, pero ni la espuma efímera ni las imperantes olas supieron darme respuesta. Me abandoné a las aguas, desnudo, sin complejos ni pretextos. Pregunté por qué había perdido a tanta gente, aunque el rumor de las aguas al morir en las rocas no era una respuesta válida. Traté de sanar con sal mis heridas por las que supuraba un dolor insoportable. Poco después me retiré a la orilla y entendí que la vida es como la marea: A veces, alta; otras, baja, que las olas traen tesoros que también pueden arrebatarte en cualquier instante. Lo que es arrastrado a las profundidades del mar no se pierde, tan sólo aguarda a un corazón capaz de bucear hasta lo más profundo para encontrarlo.