Contemplo el cielo a través de la ventana. Hoy todo es gris, y un huracán se arrastra consigo todo cuando contemplo.
Mis manos comienzan a temblar, y se niegan a colabora en las órdenes que les proceso. Parecen embrujadas por una maldición, la misma que mis piernas, quienes intentan avanzar y fallan en el intento.
Mi cabza divaga muy lejos, pero aún la siento cerca, pues fue en busca de mi corazón, el cuál no se aleja del tuyo, vaya donde vaya.
el amor que marca, marca fuerte...ya se sabe.;)
ResponderEliminarHasta que un día, casi sin querelo, algo te devuelve ese vínculo que un día te robaron entre la mente y el corazón. Apóyate en la amistad, es el mejor remedio de todos los habidos y por haber.
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