lunes, 29 de agosto de 2011

Autómatas


Y es que las sonrisas son lo único que nos diferencia de los autómatas.
Sonrisas de verdad, las que profiere hasta un corazón flagelado, que derrite la escarcha que impedía el riego de la sangre por sus venas.
No se necesita motivo. Sonreír es un motivo en sí.
Quizá, de pronto, te venga la risa. No la reprimas por ser mirado de forma repulsiva por los otros.
No todo el mundo es capaz de sentirse feliz con uno mismo sin necesidad de un estímulo externo.

martes, 23 de agosto de 2011

Sin respuestas


Una vez más me doy de bruces contra el suelo, y me pregunto una y otra vez por qué el destino no me entrega la llave que ando buscando desde hace tiempo.
Es una cruel fantasía, que te ofrece un camino despejado, pero cuando te das cuenta lo cubre la maleza, tosca y llena de espinas.
Formulo muchas preguntas, y ninguna obtiene respuesta, sólo acarrean inseguridades y me cuestiono de nuevo si en mí se hayan los errores o es algo intrínseco que no puedo manejar.
Conocer el error ayuda a evitar cometerlo nuevamente.
El problema es cuando no sabes cuál es el error y te consideras a ti mismo como error en sí.
Como una bengala que no termina de ascender antes de prenderse, y suspendida en el aire maldice como si caída se avecina.

domingo, 14 de agosto de 2011


Eres genial como eres.
Tus pequeños errores te conceden un aura especial, como a la de alguien a quien hay que proteger y enseñar que existen otros caminos.
Tus aciertos te convierten en alguien a quién admirar, a quien seguir.
Tus lágrimas son capaces de partir el cielo en dos, y derretir el sol, tiñendo mi mundo de colores grises.
En cambio, cuando sonríes haces que el universo entero se convulsione; que toda mi existencia cobre un nuevo sentido, y ese sea única y exclusivamente de mantener tu sonrisa todo el tiempo que sea posible.