jueves, 23 de febrero de 2012

Algo diferente


Siento algo extraño, a pesar de ver la vida desde los mismos ojos, parece que el prisma con el que la enfoco ha cambiado.
Donde antes veía un vaso medio vacío ahora lo veo a rebosar, donde veía sombras ahora veo haces luminosos, cuando siento el viento en mi rostro no siento sus cortes, sino que es como una brisa que refuerza el aire que aviva mis pulmones.
Cuando todo se detiene yo comienzo la marcha.
Los atardeceres para mí se vuelven un descanso para aparcar a un lado los progresos y coger impulso.
Sigo sin entender porque aun siendo conocedor de todas mis debilidades, de saber que tan sólo un soplido podría derrumbarme sigo dando cabezazos masoquistas contra el destino.
Una vez me dijeron que se llamaba entereza al espíritu de lucha que arraiga con todos los obstáculos que nos crucemos.
Mañana quizá llore, pero hoy me invade la entereza.

jueves, 9 de febrero de 2012

Arma de doble filo


¿Erramos entre aciertos o acertamos entre errores?
Intentando abrazar la felicidad, nuestro ego, a veces nos llevamos todo por delante, como un huracán imperante y todo poderoso, que arrasa con su torbellino cualquier cosa que ose interponerse en su trayectoria.
Herimos, consciente o inconscientemente, al igual que nos hieren a nosotros.
Piensas que el mal que hiciste podría haber sido menor si tus pasos hubiesen estado más medidos, si quizá el huracán se hubiese retenido un poco más antes de soltarlo, esperando a que amainara.
Pero a veces ni tú mismo puedes aguantarte y tiras adelante con todas las consecuencias, aún sabiendo que seguramente estas serán más duras de lo que imaginabas, y a pesar de todo decides continuar hacia adelante.
Piensas que es posible que tengas tiempo para lamentarte, pero no sé siempre los lamentos enmiendan los daños.
Quejándonos del mal recibido nos olvidamos del veneno que escupimos.
No hay víctimas ni agresores, si no un campo de batalla donde creemos que todo vale para alcanzar la ansiada felicidad.